Juan Kempel: el Ingeniero mecánico alemán que amaba al ARA «San Juan»

Por Carlos Unterstein

Juan Joaquín Kempel fue un Ingeniero Mecánico alemán nacido en la ciudad de Berlín un 27 de Marzo de 1945. Su nacimiento ya tuvo una particularidad: vió por primera vez la luz de éste mundo en un Búnker mientras se desarrollaba en la superficie un bombardeo inglés, todo a finales de la Segunda guerra mundial.

Ya en Argentina y con el desarrollo de su carrera profesional, fue considerado como uno de los ingenieros más reconocidos del país.
Supo ser el mecánico oficial de las marcas de automóviles Audi y BMW en Buenos Aires.

El Ingeniero Juan Joaquín Kempel.

Pero la historia siempre tiene un sinnúmero de causalidades que unen trayectos de vida de una u otra manera.

Y esta causalidad es la relación que existió entre el Ingeniero Kempel y el submarino ARA «San Juan» perteneciente a la flota de la Armada Argentina.
El ARA «San Juan», construido en el astillero alemán Thyssen Nordseewerke, fue botado en Junio de 1983 y desde allí llegó a nuestro territorio.
En su historia se destaca la participación en el ejercicio de guerra Fleetex 92/2 en 1994 frente a la base naval de Norfolk, en Virginia, cuando penetró sin ser percibido en las defensas de la Armada estadounidense y hundió simbólicamente al destructor USS Mount Whitney. No participó de la guerra de Malvinas.
El San Juan era el más nuevo de los submarinos de la Armada Argentina, una fuerza que integraba junto al ARA Salta y el ARA Santa Cruz.
Contaba con 65 metros de eslora (el largo del buque), un diámetro de casco resistente de siete metros y era propulsado por cuatro motores diésel MTU 16 V de 6720 HP, cuatro alternadores de 4,4 Mw, baterías Varta (960 elementos) y motor eléctrico de propulsión (MEP) de 6,6 Mw.

Pero hace unas dos décadas, el ARA «San Juan» debió cambiar una bomba de inyección de orígen germano. Y es aquí donde interviene el Ingeniero Juan Kempel.
Cuando el San Juan llega a su base de origen en Mar del Plata, se detecta una fuga de aceite en esa bomba.
La empresa alemana Bosch, responsable entonces de ese mantenimiento, envía al Ingeniero Kempel a la base a reparar esa bomba de inyección, que todavía se encontraba en etapa de garantía.
Ursula kempel, hija del ingeniero nos dijo: » Papá me contó que, una vez terminado el trabajo, y a punto de volver a Buenos Aires, el Comandante del San Juan le ofrece a mi padre navegar dos horas en modo Snorkel, con el submarino. Mi padre acepta. Y a su vez, veía si la bomba de inyección funcionaba correctamente. Navegaron frente a las costas de Mar del Plata».

«Mi padre siempre recordó hasta el último instante de su vida esa apasionante emoción que sintió al navegar dentro del ARA «San Juan», agrega Ursula Kempel.

El Ingeniero Kempel en su casa de Pilar con una de sus pasiones: los animales y la naturaleza.

«Cuando en Noviembre de 2017, mirando las noticias, se enteró de la desaparición del submarino, y luego, cuando se enteró del hallazgo y de la no supervivencia de sus 44 tripulantes, mi padre rompió en llanto afirmando que con esos tripulantes, «también se había ido una parte de su alma«, concluyó Ursula.

El ingeniero Kempel en una reunión de amigos.

Esta es una historia de vida que une dos historias con orígen en Alemania y final en Argentina.
El ARA «San Juan», nacido en Alemania, finalizó sus días un 15 de Noviembre de 2017 junto a sus gloriosos 44 tripulantes en aguas territoriales argentinas.
El Ingeniero Juan Joaquín Kempel, también nacido en Alemania, falleció un 22 de Enero de 2021 en la ciudad de Pilar, Buenos Aires.
Pero ambas historias tienen algo en común: sentimiento y pasión.