MARTINIANO MOLINA: «HACIA UN NUEVO PACTO SOCIAL Y ECONÓMICO VERDE»

Por: Martiniano Molina.

La situación de emergencia sanitaria global va camino a convertirse en una crisis económica y social sin precedentes. Como consecuencia, nos encontramos frente a profundas dificultades sociales y económicas. Esto se suma a la problemática de la inmensa vulnerabilidad social que atravesamos desde hace décadas y que no hemos podido resolver, gobierne quien gobierne.
Debemos encaminarnos hacia una pronta recuperación económica considerando, también, otras situaciones complejas como, por ejemplo: el cambio climático, sus consecuencias y la pobreza estructural que nos atraviesa. Frente a estos desafíos, es necesario fortalecer nuestra confianza como sociedad con un claro propósito: reconstruir nuestros vínculos sociales y económicos con profundos criterios de responsabilidad. Necesitamos la cooperación y solidaridad colectiva para promover una sociedad más democrática, sostenible, justa e inclusiva que refuerce la concepción de un Pacto social y verde.
Esto nos convoca a todos los ciudadanos a comprometernos con esta enorme tarea. Debemos tener una visión compartida que ahora, más que nunca, es de fundamental importancia trabajar para comprometernos desde este momento y a futuro con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en la agenda 2030 de Naciones Unidas. Este es un conjunto de objetivos globales que debemos encarar cuanto antes para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar el futuro de todos los habitantes del mundo.


Hablamos de un compromiso de la sociedad en su conjunto, los Estados, los organismos privados, el tercer sector y la sociedad civil, para buscar los consensos necesarios que nos enfoquen hacia un nuevo pacto social y económico sostenible. Es este el momento para repensar el Estado, la economía y la sociedad a la que aspiramos, sin descuidar nuestro ambiente y protegiendo nuestros valiosísimos recursos naturales.
Para corregir el rumbo actual debemos trabajar de manera inteligente y creativa sobre estas ideas transversales e integradoras:
Garantizar el fortalecimiento y la profundización del desarrollo sustentable a través del consumo responsable, el cuidado de los productores tanto locales como regionales y apoyar la agricultura urbana y periurbana.
Promover las economías circulares que favorezcan la sustentabilidad.
Trabajar en la planificación de ciudades inteligentes, inclusivas y verdes, potenciando el desarrollo urbano que respete y conserve los espacios públicos, concientizando acerca del uso de energías renovables, la movilidad urbana sustentable y desarrollando, a la vez, construcciones edilicias amigables con el ambiente.

# RECURSOS
Cuidar de nuestros recursos naturales, del suelo y del agua, así como también recuperar y conservar los ecosistemas dañados por nuestras propias acciones.
Planificar un financiamiento verde que, lejos de especular, busque incentivar y concretar proyectos consustanciados con el cuidado ambiental, con proyectos educativos, sociales e inclusivos y que, hasta el día de hoy, no se han tenido en cuenta con seria responsabilidad.
Asimismo, debemos educar con verdadera conciencia social y ambiental porque necesitamos una ciudadanía solidaria que se comprometa con estas problemáticas tanto tiempo postergadas.

# EL GRAN DESAFÍO
Hoy contamos con los recursos y la capacidad para estar a la altura de este gran desafío: la invalorable ayuda de los adelantos científicos y tecnológicos, el progreso de la medicina y la creciente conciencia ambiental; sin embargo, mientras las preocupaciones se sigan planteando únicamente desde los resultados e indicadores económicos convencionales y no se generen las condiciones políticas y jurídicas para trabajar en cuestiones inherentes a la sustentabilidad, no se darán los resultados necesarios para pensar un nuevo modelo de país, basado en la igualdad social y la justicia ambiental.
Retos como estos, no pueden ser abordados por un solo gobierno, requieren de la participación de todos los sectores de la sociedad, de un fuerte empoderamiento de los ciudadanos, para transformarlos en verdaderas políticas de estado. Si no logramos trabajar mancomunadamente para realizar este cambio a través de una sincera y profunda toma de conciencia, volveremos a cometer los mismos errores y afrontaremos consecuencias aún más severas. Por estos motivos, es fundamental la presencia de una agenda política basada en el desarrollo sostenible que se encamine hacia una verdadera inclusión social con oportunidades para todos.